Consideraciones a tener en cuenta para la impugnación de un testamento
El reparto de una herencia no es un asunto fácil, sobre todo porque muchas veces los herederos no están de acuerdo con los designios realizados por parte del testador. Cuando se presentan inconformidades por parte de los herederos, o se sospecha de condiciones impropias a la hora de que el testador escribiera su testamento, existe la posibilidad de impugnarlo. La impugnación de un testamento tampoco es un trámite fácil ni económico, pero puede traer excelentes beneficios a quienes crean que se les han vulnerado los derechos.
Veamos, a continuación, cuáles son las consideraciones a tener en cuenta y los pasos necesarios que es preciso dar para impugnar un testamento.
¿Quiénes pueden impugnar un testamento?
Las únicas personas que pueden impugnar un testamento son los herederos legales. Sin embargo, la ley prevé que los legatarios que hayan sido favorecidos en algún otro testamento del testador, tengan también la posibilidad de impugnar el testamento. La ley española también hace referencia a una excepción, que es necesario tomar en cuenta: si la persona que quiere impugnar un testamento es un heredero legal, pero estuvo presente en el reconocimiento de la validez del testamento y el mismo se consideró un acto válido, entonces el heredero perdería la posibilidad de impugnar el testamento, pues se entendería que ya tuvo oportunidad de hacerlo.
¿Cuáles son las condiciones que permiten la impugnación de un testamento?
En primer lugar, debe haber un heredero inconforme con la lectura del testamento, ya sea porque lo considera parcialmente incoherente o totalmente erróneo. También es habitual que se desherede a un heredero legítimo y esto inicie la impugnación del testamento. Aunque hay que tener en cuenta que es posible desheredar a un heredero legal, si así lo desea el testador, siempre deberán cumplirse algunas condiciones previas o motivos razonados. Por otro lado, si la presentación del testamento se ha hecho de forma errónea y esto perjudica a alguno de los herederos, se pierde la legitimidad y validez del testamento hasta que esto se corrija. Una vez que se manifieste la inconformidad con la lectura del testamento, la ley establece que se tiene un plazo de hasta 15 años para impugnar el testamento, contados a partir de la muerte del testador o desde el día en que el heredero reciba una copia autorizada del testamento que se desea impugnar. Para que la impugnación de un testamento proceda, es necesario que se cumplan algunas condiciones, por ejemplo, la incapacidad mental del testador al momento de redactar el testamento sería una condición válida. Para esto se necesita un informe médico que lo ratifique y que sea válido para el juez. Otra razón de invalidación del testamento es que el testador tuviera 14 años o menos al momento de redactar el testamento. En caso de que se logre demostrar que en el momento en que el testador redactó el testamento, estuviera bajo coerción o engaño, se lograría anular también dicho testamento. Finalmente es necesario que existan suficientes testigos, en base a lo que estipula la ley, tanto al momento de la firma como tras su ratificación. Si consideras que cumples con las condiciones necesarias para la impugnación de un testamento que te afecta, no dudes en contactar con abogados especialistas para que puedan resolver todas tus dudas y ayudarte en todo momento durante el proceso que deberás llevar a cabo.